TE





Habia oído hablar del Té Rojo,verde el negro pero nunca del Te bancha,me lo comento mi amiga Rosa saliendo de las clases de cocina de comino a casa . Le encanta la Macrobiótica y siempre me cuenta lo que cocina y lo que toma y me llamo la atención el Bancha y su propiedades curativas.



TE BANCHA


El Té Banchá proviene de la planta del té y es elaborado de acuerdo a la antiquísima tradición china y japonesa. Las hojas de este té permanecen durante 3 años en la planta. Al recolectarlas finalizado este período se produce una pérdida de la teína, conservando sólo el 0,5 %, lo cual no lo convierte en excitante como el té negro común.
El Té Banchá se seca al sol y no como los tés comerciales que son tostados en hornos; no contiene ni aditivos ni colorantes.
"Ban" significa 3 años.
"Chá" significa Té

Por el tiempo de permanencia de las hojas y ramas en planta contiene muchos minerales y vitaminas. Es muy rico en calcio, tiene más cantidad que la leche vacuna. Es digestivo, tonificante y desfatigante.
Por ser altamente energético no conviene consumirlo por la noche.


PREPARACIÓN:



Esta varía de acuerdo a que se compre sin tostar o tostado. En este momento lo más frecuente es conseguirlo tostado.
Si ya viene tostado:


2 cucharadas soperas colmadas en 1 lt. de agua fría.


Tapamos el recipiente y lo llevamos al fuego hasta que levante el hervor, bajamos al mínimo y cocinamos 3´. Se deja reposar, se filtra y se bebe. Se puede endulzar con miel o azúcar de caña integral.
De lo contrario tostar a fuego mínimo 2 cucharadas soperas colmadas de té, luego agregarle 1 lt. de agua, tapar el recipiente y dejar que levante el hervor. Bajar el fuego al mínimo y cocinar 3 a 5'. Filtrar y beber.
Se puede endulzar con miel.
El tostado del té activa sus propiedades estimulantes.
En estados de fatiga se le puede agregar unas gotas de salsa de soja (evitar en la hipertensión arterial).
Este té se le puede dar sin inconvenientes a los niños y reemplaza con ventajas al té común. Se lo puede saborizar incorporándole una cáscara de naranja o mandarina o bien con un trocito de manzana.
El Té Banchá no se debe confundir con el Té Verde japonés. El primero cuando es genuino contiene hojas y trocitos de tronco. El Té Verde en general es sólo hojas y no permanece 3 años en la planta.
El Té Banchá se puede utilizar también para lavajes oculares cuando la vista está inflamada o hay conjuntivitis.


Para ello preparamos una taza de Té Banchá y le incorporamos 1 cucharadita de té de sal marina gruesa, una vez tibio está listo para ser utilizado.
En caso de flujo o inflamación se pueden realizar baños de asiento.
La diferencia básica entre el Té negro (el que se utiliza comúnmente) y el Banchá, radica en el alto contenido de teína del primero y su efecto excitante y astringente debido a la presencia de teína y teobromina. En general desaconsejo su uso, salvo a nivel externo.
El té negro aumenta la frecuencia cardíaca, por lo cual no deben tomarlo quienes presenten este tipo de trastornos ni las personas hipertensas.
Tiene un efecto vasodilatador por lo que perjudica a quienes padecen de várices, hemorroides y trastornos circulatorios en general.
Evitar en úlceras y gastritis porque activa los jugos gástricos.
Los alcaloides presentes en el té negro inhiben la absorción del calcio y del hierro.
Por la presencia de purinas se debe evitar cuando hay problemas renales, ácido úrico y gota-Terapéuticamente se puede utilizar como colirio cuando la vista está inflamada o bien para la conjuntivitis.
Se pueden realizar compresas de té frío para disminuir las bolsas que aparecen debajo de los ojos.



Para cerrar les voy a contar la historia de la planta del té en general.



Es originario de China y se remonta al año 2.737 antes de Cristo.
Cuenta la leyenda que un príncipe hindú convertido en monje budista, prometió dedicar 9 años de su vida a la contemplación, pero al cabo de 3 años se durmió vencido por la fatiga. Al despertar, se enfureció por no haber logrado su cometido y en un ataque se arrancó los párpados y los arrojó al suelo. Al instante nació en forma milagrosa una planta de té que desde entonces "permitió a los monjes permanecer vigilantes".
A mediados del siglo XVII ingresa en Inglaterra y es la reina Victoria la que instaura el famoso "té de las cinco de la tarde".



Silvana Ridner
Terapeuta Nutricional

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